¿Os cuento un secreto? Aquello que no nombramos, por miedo o incomodidad, nos acaba dominando. La vida, a su manera (crisis emocionales, enfermedades, suelos…), nos invitara a reconocer, nombrar o por lo menos dar espacio aquello que os daña sin darnos cuenta. Ser conscientes del daño permite a la vida seguir fluyendo a través de nosotras, florecer y madurar. Restaurando el poder que vive en nuestra coherencia cardíaca.
Estoy aquí y ahora presente, en paz y conectada a mi corazón para acompañarte a ti. Estoy en el Camino de la Calma.
